LIL WAYNE ES AMONESTADO POR POSESIÓN DE OBJETOS DE CONTRABANDO: Un mp3 tiene la culpa

A Lil Wayne le pillaron con la prueba del delito: unos auriculares y un cargador de un reproductor de música. Sólo había que seguir el rastro, de atrás hacia delante, como se resuelven los laberintos, y los guardias de la prisión darían con el objeto ilegítimo.

El hecho delictivo tuvo lugar hace unos días, en la cárcel de Rikers Islands donde cumple condena el artista, -El blog The Village Voice dio a conocer el suceso el pasado martes 11 de mayo y poco a poco otros medios le dedicaron un espacio-. Si se estudia detenidamente, no parece más que una chiquillada. A Lil Wayne le encontraron con unos auriculares y un cargador por lo que todo apuntaba a que había estado utilizando un reproductor de música. Algo inofensivo, pero en otro contexto. El rapero, en su nuevo ámbito, es el preso número 02616544L, y en Rikers Islands los mp3 y los i-pods están prohibidos a todo recluso.

Contrabando en prisión

El cantante parecía conocer esa información, por eso escondió los auriculares y el cargador en un recipiente de comida en la papelera de su celda para que no fuesen vistos, pero no fue suficiente. Los oficiales registraron el cuarto y diaron con los objetos. Después, descubrirían que correpondían a un mp3 que estaba oculto en otro domitorio.

El resultado: el cantante ha sido amonestado con una infracción por posesión de un objeto de contrabando, según la fuente de The Village Voice.

Bobby, el hombre de los teléfonos

El trapicheo con pequeños aparatos de audio y video a veces en un negocio en la prisión. El diario The New York Times, en un reportaje publicado el 22 de marzo de 2009´, explicaba cómo funcionaba parte del entramado.

Las personas que visitan a algún recluso no pueden pasar con ciertas pertenencias como teléfonos móviles, y aunque la propia penitenciaria facilita unas taquillas para guardar los objetos, no siempre hay para todos. Si no pueden acceder con ellos y no hay consignas, o los esconden bien o tienen que cancelar la visita.

Por esto, la práctica ha provocado un nuevo puesto de trabajado a las afueras del centro: personas que se hacen cargo de estos objetos. The New York Times habló con Bobby, -apodado 'Phone Man'-, un viejo conocido de la prisión que hace negocio con estos aparatos en las proximidades de Rikers Island.

Según las propias palabras de Bobby para el reportaje, él comenzó guardando estos objetos hace una década, para echar una mano algún visitante. Después lo convirtió en un negocio. Ahora cobra 3 dólares, -en la consigna de la prisión son sólo 50 céntimos- por aguardar con pequeños bienes de desconocidos. Y éstos confían en Bobby. Le dejan el aparato en una bolsa de papel, con su nombre y teléfono apuntados y luego éste se los devuelve a la salida.


Objetos prohibidos a los visitantes en Rikers Island

-Radios
-Reproductores de música
-Teléfonos móviles
-Cámaras de fotos
-Instrumentos de grabación
-Cualquier objeto electrónico
-Además de tabaco, armas, alcohol y drogas.

(Si descubren que una persona ha introducido alguno de estos objetos a la prisión, será arrestado y procesado).